Si la respuesta por alguna casualidad es que si, seguramente desde que empecé a escribir el primer carácter de este artículo debí sentirme alegre por saber que mis conclusiones estaban un tanto correctas…
La pregunta protagonista de la noche que mi papa me hizo fue: ¿Si te tocara votar mañana por quien votarías? Dicha pregunta surgió a propósito de que en diciembre cumplo los odiados/amados 18 años y como consiguiente me tocaría votar en los procesos electorales más importantes de nuestra historia contemporánea y capaz que de toda nuestra historia que ya es de un poco más 200 años (como país independiente).
Después de como cuatro días sin escribir ni una línea siquiera, el sentir de mi espíritu de joven escritor era semejante al de una caldera hirviendo, calentándose cada vez mas y mas produciendo tanto humo que rogaba por escabullirse por una mínima rendija.
La noche de esta inesperada inspiración tenía una puesta en escena también muy inesperada, un cielo rojizo y muy distinto a todos los anteriores que he visto porque tenía una característica muy rara (al menos eso me pareció en ese instante) la cual le daba un aspecto como el de una pared pues no permitía que la vista lo traspasara y no dejaba para nada apreciar lo que acontecía atrás de el; el tiempo pasaba y extrañaba un lucero o una estrella fugaz para siquiera pedirle un deseo lanzado al viento, un deseo que me permitiera fluir mis ideas… Solo eso le pedía a los astros sin dejar a un lado a mi glorioso Dios en mi petición, rey de todos los mortales. De pronto como un relámpago que se asoma, nació en medio de mi papa y yo una conversación cargada de pensamientos con tono político, pero que en esencia claramente reflexiva.
La pregunta protagonista de la noche que mi papa me hizo fue: ¿Si te tocara votar mañana por quien votarías? Dicha pregunta surgió a propósito de que en diciembre cumplo los odiados/amados 18 años y como consiguiente me tocaría votar en los procesos electorales más importantes de nuestra historia contemporánea y capaz que de toda nuestra historia que ya es de un poco más 200 años (como país independiente).
Solo lo deje llegar hasta ese punto, porque en mi mente hay una enorme confusión en cuanto a ese específico tema…Entonces me salí por la tangente como decimos popularmente en nuestro país…Luego de mi maniobra de evasión, al cabo de pocos instantes empezamos a reírnos cuando estábamos recordando y comentando acerca de una entrevista en un programa de televisión en CNN llamado Cala en el cual el presentador Ismael Cala (@Calacnn) le hacia una entrevista a Carlos Sosa Azpúrua Pre-Candidato presidencial para las elecciones presidenciales del próximo año (2012).
En mi opinión muy personal y no quiero que esto se preste como una burla de parte mía; el referido entrevistado (Carlos Sosa Azpúrua) tenía cara de todo menos de político, sé que hay un dicho que dice “No juzgues a un libro por su portada”, aferrándome a ese dicho continúe viendo la entrevista y de inmediato note que este personaje era diferente a todos los entrevistados que al menos yo he visto en ese programa, al cual soy fiel televidente (como dirían en la televisión, para más información revise su guía de televisión para verificar los horarios en su respectivo país) el personaje era diferente, porque tenía un elemento en su personalidad que es casi imposible de no apreciar en la televisión, no tiene carisma (Carlos Sosa Azpúrua) por ningún lado. Para mí; lo vi como una broma de mal gusto a nivel internacional por su aspecto y forma de hablar para todo lo que representamos los venezolanos en el mundo.
A lo largo de la entrevista Hablo de muchos absurdos, pero el mayor de ellos a mi consideración, fue el creer que por ser originario de una familia prominente (Termino usado por el mismo) y de una resaltante historia sirviéndole al país, tiene ventaja sobre otros candidatos.
Para constatar si su teoría tiene algún grado de credibilidad, revise sus Cuentas en Twitter @jcsosazpurua y Facebook Juan Carlos Sosa Azpúrua (hoy en día las redes sociales sirven como medidor político), y para nada no me sorprendió que tenía unos escasos 2.027 followers y en Facebook, su grupo tenía 18.913 me gusta, cifras que no compagina ni escasamente con una persona que quiere optar para un cargo de elección popular que requiere un alto grado de aceptación en la población. En su cuenta de Facebook aparte de la poca actividad que se evidencia y poco respaldo, en sus fotos solo había grupos muy pequeños haciendo actividades de movilización y en algunas de ellas se observaba a él mientras escuchaba a otros dirigentes políticos en diferentes concentraciones.
Como dice mi papa, muchas veces se pierde mucho más en la radio o televisión de lo que se cree y este hombre es la prueba de ello.
En definitiva no tengo nada en contra de Carlos Sosa Azpúrua, pero a mi consideración creo que no tendría nada que buscar en las próximas elecciones presidenciales frente a la mesa de la unidad (Grupo opositor) y a Chávez (Grupo oficialista) debido a las recientes encuestan que muestran a Hugo Chávez, Leopoldo López, María Corina Machado, Capriles Radonski, Julio Borges y Pablo Pérez como los futuros actores principales en las próximas elecciones.
Para finalizar seria excelente hacerlo con una frase:
“La política es amor y cariño, y el carisma es una de las herramientas por excelencia para demostrarlos”
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