Cuando el desconocimiento y la manipulación se unen, se convierte sin duda en una enfermedad mortal que asesina morbosamente a un país. Sea bueno o malo el plan de país que se tenga, si no tienes la cura contra la manipulación y el desconocimiento que pueda tener una población todos tus esfuerzos acabaran en el cementerio de ideas e intenciones de este mundo. A lo largo de toda la historia de la humanidad, nuestra tierra ha parido a personajes con grandes ideas y sueños que han sido tragados por el olvido causado por la letal enfermedad anteriormente nombrada…
Luego de 20 años de haber aparecido (Chávez) en la escena política de nuestro país, muchos lastimosamente aun no entienden que en nuestro país se está viviendo en una autentica revolución, y una muestra de ello es que hemos experimentado profundos cambios en muchos aspectos afectando directa o indirectamente la cotidianidad de todos nosotros.
Entre uno de los muchos aspectos que esta revolución ha impactado es en la educación tanto primaria, secundaria como universitaria, en la última nos afincaremos mas, porque es en la que actualmente me encuentro ubicado y es una realidad que vivo muy de cerca. Si me pongo a recordar las anécdotas que mis familiares y amigos más cercanos me han contado acerca de la universidad de hace mínimo 7 o 8 años atrás, las diferencias son un poco grandes con respecto a las universidades de la actualidad, y estas diferencias crecen más cuando buscamos en la biblioteca o en el mismo internet acerca de la evolución de las universidades en los últimos 20 años, encontraremos como especialmente en estos 12-10 años se ha intensificado la ayuda del estado hacia las universidades, dotándolas de suministros tanto materiales como humanos para su mejor desempeño y desarrollo en pro de la población venezolana.
Escapándome si la revolución, dictadura, comunismo a la cubana o como le quieran llamar, ha sido efectiva o no en cuanto a la educación se refiere, una cosa es clara dentro de toda esta neblina que de vez en cuando aparece, es que desde hace mucho tiempo Venezuela estaba esperando una revolución, sea rojita, azulita, marroncita, anaranjadita, pero la estábamos esperando. Todo esto se ha dado a través de lo que define mi profesora de ciencia, tecnología y sociedad Yuleima Camauta como una ruptura paradigmática en la educación.