Justo un segundo después de haber penetrado el ovulo de nuestra madre, comenzamos a escribir una nueva historia en el mundo. Con el pasar de las horas, días y semanas nuestra presencia se va notando cada vez más, y sin darnos cuenta, cada acción de nosotros son como olas microscópicas que impactan a otros. Después de esos cómodos 9 meses, estamos listos para tomar y declinar decisiones que van formando parte del rastro que vamos dejando en el mundo.
Una vez fuera de tan cómodo lugar, comenzamos a crear lasos afectivos, y desde que estamos en el hospital, enfermeras, doctores y los bebes al lado de nosotros, son testigos de nuestra presencia. Y es posible que esa persona que supuestamente acabas de conocer, la conociste muchísimo antes, cuando estabas en esa sala donde colocan a todos los bebes recién nacidos en el hospital.
Como somos animales sociales, con el transitar del tiempo vamos descartando esas amistades o lasos afectivos, muchos se van y pocos quedan, pero los que se quedan deben superar pruebas que la vida les tiene, porque como dicen “lo difícil no es llegar sino mantenerse”, y en este caso “no es difícil conseguir amigos, lo complicado es mantenerlos”.
Una de las primeras pruebas que toda amistad debe superar es la del tiempo, así como este sirve para sanar las heridas, sirve también para disolver sentimientos débiles y pasajeros. El tiempo es despiadado, y es el encargado de que con el paso de los años solo sean pocos los que superen su prueba.
Si es que aún te quedan amigos como para contarlos con más de dos manos, esta otra prueba que al igual que la primera es inevitable, los reducirá a una o dos manos solamente. Se trata de la separación, que es el resultado de la búsqueda de los logros personales que tanto tú, como tus amigos tienen, ellos viajaran, crearan sus familias, se casaran o sencillamente tomaran un sendero diferente del tuyo. De pronto veras que tienes poca y nula conversación con ellos y que ya las aventuras y locuras que disfrutaban juntos hacer son imposibles de realizar.
“Todo se vuelve más lento y menos turbulento ahora, pero tranquilo es algo natural” te susurrara el tiempo con una sonrisa, sentirás tranquilidad por un momento pero sabrás que hay personas que se pierden en el sendero y que ni el tiempo pueden unirlos a ti…
Nuevamente la vida y el tiempo te sonreirán y cariñosamente te devolverán a tus amigos más preciados y reales… No temas solo fue una tormenta, tus amigos están devuelta una vez que hayan realizado o al menos intentado sus sueños, sencillamente fue un préstamo que le hiciste a la vida, ellos regresarán para darte consejos oportunos, comprenderte como nadie y darte su opinión cuando nadie quiere opinar. Todo es parte de las metamorfosis de la vida, que hay que estar dispuesto a realizar sin temor a la soledad.
El que no entienda esta lógica de la vida, vivirá eternamente en una ilusión y peor aún el que espera tener 3 o 4 manos para contar a sus verdaderos amigos porque estará sumergido en la búsqueda de lo que nadie ha conseguido.